Ingeniería empática:

Cómo entender la IA para impulsar la ingeniería y el desarrollo humano

El profesor Matías Recabarren, de la Universidad de Los Andes, explicó cómo la tecnología transformará el mundo y el rol crucial de los profesionales en esta evolución.

¿Podrá la inteligencia artificial (IA) reemplazar a los ingenieros? Así comenzó Matías Recabarren, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Los Andes, su charla sobre “Ingeniería empática: Humanizando la resolución de problemas con IA”. En su exposición, el ingeniero planteó la importancia de cuestionarse desde jóvenes el impacto de la IA en la profesión y en la sociedad en general.

Para prever sus efectos en la ingeniería, Recabarren destacó que entender la IA es esencial: “La ingeniería es invisible, pero su objetivo es diseñar nuevas tecnologías que solucionen problemas para la sociedad”, afirmó. Subrayó que la ingeniería se basa en fundamentos claros como la ciencia, las matemáticas y la tecnología, y que esta última impulsa nuestro desarrollo.

Uno de los puntos centrales de su charla fue que muchos fracasos tecnológicos no se deben a fallos en la tecnología, sino a una comprensión insuficiente del problema que se pretende resolver. “A menudo, los ingenieros intentan solucionar problemas que no existen o no están alineados con las necesidades reales de las personas”, explicó. Para evitar estos errores, es fundamental que los ingenieros se involucren con la sociedad, comprendiendo profundamente sus desafíos, deseos y necesidades.

“La empatía es una cualidad que no se puede externalizar ni delegar a una IA; es responsabilidad del ingeniero”, insistió Recabarren. Precisó que un buen ingeniero observa el mundo constantemente y se esfuerza por entenderlo desde una perspectiva humana.

En cuanto a la inteligencia artificial generativa, que es capaz de crear nuevos elementos, el experto defendió una IA centrada en el ser humano: “Debemos buscar que la herramienta nos complemente en áreas donde no somos tan competentes, no que nos imite”. Es decir, opina que la IA debería estar al servicio del desarrollo humano.

Finalmente, enfatizó que el éxito o fracaso de la IA depende de cómo los ingenieros y futuros ingenieros desarrollen estas tecnologías. “La invitación es a incursionar en este mundo tecnológico con mucha responsabilidad”, concluyó, subrayando que la empatía y la comprensión profunda de los problemas sociales son los que diferencia a un buen ingeniero en un mundo cada vez más tecnológico.

Qué piensan los estudiantes

“La IA es una excelente herramienta. La utilizo para casi todo. Aprendo cosas y me enseña de la mejor forma”, dice Ariel Fried, estudiante de tercero medio del Instituto Hebreo, de Lo Barnechea.

“He utilizado la inteligencia artificial, pero siento que un humano podría hacer las cosas mucho mejor. Es una ayuda, pero no tan confiable”, sostiene Martina Gaviria, estudiante de tercero medio del Colegio Manuel José Irarrázabal, de Santiago Centro.

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